jueves, 29 de abril de 2010

Un sábado cualquiera.


Terminé de comer esos macarrones que me hace mi madre con tanto amor, me levanté, cogí mi plato y lo llevé al fregadero de la pequeña cocina de azulejos verdes. Cogí mis cosas, abrí la puerta y me marché.Iba caminando por la calle y me paré en el primer coche que ví para mirarme en el retrovisor y vestir mis labios de rojo. Me reuní con mis amigas ,a las que hacía mucho tiempo que no veía, y nos marchámos a ese Pub en el que siempre nos solíamos hechar unas risas.Nos pusimos a beber Vodka, como en los viejos tiempos. Bebí como una loca y no sabía que hora era.Pregunté a un chico muy amable que se encontraba a mi lado. Las 24:56. Se me había pasado el tiempo muy rápido. Como una estrella fugaz. Me levanté de la mesa y me dirigí a la barra del Pub ya que no encontraba a ninguna; ni Julie, ni Paulette...Nose donde se podrían haber metido.Me senté en un taburete y un señor mayor me dió conversacíon. Me sentía como una auténtica borracha.

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